Día 01

Sonreír es comenzar a comprender —y a perdonar
Octavio Paz

A veces escribir es un trabajo: trazar oblicuamente el camino de ciertas ideas que nos parece indispensable poner en la mesa. Pero otras es conceder lo que queda, aceptar el museo y contemplar el saldo en espera de la muerte, pedirle perdón al mar por lo que se jodió. Poner en la mesa nuestras cajitas y saber que lo que se acabo era también todo el universo
Álvaro Enrigue, Hipotermia

a.
Primer día del año. Como León enjaulado: en casa, leyendo, inquieto. Sin noticias de R., bajo la pesadez del silencio de E., y la duda de B., quizá la mía.

b.
Me la he pasado estos días viajando bajo la sensibilidad de Dead Can Dance, hasta hoy un poco de Depeche Mode al azar, el nuevo disco de Gwen Stefani, The herbaliser, y un disco que me ha emocionado por lo bueno que me pareció, el de Jenny Lewis with the Watson Twins.

c.
Por otra parte como me he pasado leyendo todo este primer día del año, terminé una de mis lecturas pospuestas, Hipotermia de Álvaro Enrigue. No hay desperdicio en sus cuentos. Cada uno nos toma de la mano y un tanto al estilo de Carver, pero sin copiarlo, nos cuenta una historia de apariencia sencilla pero que nos devela en la mayoría de los casos una gran luz sobre los pequeños grandes momentos del diario vivir. Creo que es un excelente libro para comenzar la lista de este año.

d.
Llegué a casa a las 9 de la mañana. Sorprendentemente bastante sobrio aunque desvelado. Con un dolor de cabeza que no ha dejado de molestar todo el día. Ese dolor y ese cansancio son los que me ahuyentan un poco del monitor y se seguir por aqui. Pensaba en publicar una lista de los diez libros que más me gustaron, los diez mejores discos, creo que la pospondré. Por lo pronto leo las recomendacion del buen Trino Maldonado y ya me he surtido de varios autores en la Gandhi. El altero de libros por leer alcanza buena altura. Es hora de poner manos y ojos a la obra.

e.
Por lo demás, esperemos en este año consolidar proyectos, y sobre todo viajar, viajar, viajar...