Un ejercicio y un par de poemas nunca compilados

Como podrán darse cuenta, link a link, este aparador se va reconstruyendo. Lo más importante no es lo que se ve sino lo que mueve a escribir nuevamente en él. Por lo pronto mucho tiene que ver en lo publicado una petición del buen Comandante Jiménez, me sugirió escribir a partir de la premisa "Composición de un cadáver en avanzado estado de descomposición", tema que por supuesto no es algo muy de mi temática preferida, a ver que tal. Como también me he dedicado esta semana a revisar papeles archivados por meses, incluso años, encontre un par de poemas (intentos) nunca antes compilados (que ignoro si me animaré a compilarlos alguna vez) uno para el mismo Comandante Jiménez y el otro para la querida Inés.

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Composición de un cadáver en avanzado estado de descomposición


Bocabajo
con las manos atadas a la espalda —un ligero pincelazo verde, amoratado,
el toque justo de la gracia divina—

el creador ha enviado sus ángeles
y demonios

a la guerra siempre renovada
ya se sabe
intensa sobre el campo de batalla
cuerpo inerte de NN

aparece la trompeta militar de aquellos ejércitos disfrazados de alimañas
el fuego a discreción, los ácidos secretos que persiguen alimento,
la cadena alimenticia,
polvo eres…

una luz redentora

indica la liberación del alma
de aquel anónimo condenado

gloria en las alturas

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Restos

a Efrén, principalmente

Prometieron la más oscura noche
pero el encuentro fue pospuesto.

Vampiros, se ocultaron de la luz
y cada uno continúo su propio sueño.

Los que alguna vez ungidos fueron
no pueden renunciar a su destino.

Apenas aullido, pasos en la nada,
estos mortales ojos fueron testigos del fuego renovado.

Conspiración de pocos elegidos
regresan los señores de la noche

En espera de volver a ser devotos
estos restos son ceniza
del cuerpo que fue nuestro.

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Hada negra

Ángel o demonio da lo mismo
invitaste a seguir tus pasos
sedujiste

no renegaré de mis temores ni diré que soy valiente

pero
derrumbados fueron los muros, unos tras otro sucumbieron,
cayeron las ciudades, fueron devastados los cimientos
piedra a piedra

Un día de improviso anunciaste tu partida
guardé silencio

cumpliste con creces tu encomienda
no hay retorno
todo lo anterior ha sido consumido por el fuego

para Inés y sus caminos torcidos