16. Un poema que no cabe en ningún lado
He aquí un poema, un ejercicio, un póngale usted el nombre que quiera, que no cabe en ninguna de las compilaciones que estoy formando pero que quisiera de alguna manera publicar. Va pues.
Esperando a la aseguradora
En el café de enfrente
observo
al chofer
que enojado
se recarga en su auto
estropeado
porque alguien
no supo estacionarse
y señor como es posible
que permitan manejar a esta gente
qué hago yo ahora
sin saber
quién fue…
Sin defensa y sin faros
con rayones
en los costados
Se muere
y marca,
habla, vocifera, grita
mira con odio
Y pienso,
si acaso dentro de él
habita un potencial asesino
Yo, por lo pronto,
en el café
de enfrente
espero
que se cansé
y parta
para a su vez
poder
volver a casa
1 Comentário:
Y sí, el otro día yo estaba en un restaurant y un tipo me dijo: qué le ves a mi vieja cabrón, o algo así... Puta, yo ni la estaba viendo.
P. D. Soy Vi Capote, pero mi bló no sirve, como que alguien tomó la contraseña. Zaz.
Publicar un comentario