76. Premio Farenheit

No es la luz, es la idea que se tiene de la luz lo que nos asombra.
LPÑ

Primer lugar, David Corona (D.R.), detalle

I
Sigue el tiempo su curso, y así como de pronto no hay muchas nuevas, de repente sí. Y son muy buenas y de doble gusto porque son buenas noticias para gente cercana y además cómo premio a su trabajo (y uno con la fortuna de estar rodeado de gente talentosa). Cintia Durán (Chiva), una de mis roomates, obtuvo el tercer lugar en el concurso fotográfico de la revista Farenheit. El primer lugar se quedó también en Guadalajara y justo con un amigo de Chiva, David Corona, a quien conozco de hace tiempo ya y cuya foto ganadora, curiosamente había visto días atrás en su flickr y como amor a primera vista la seleccioné entre mis favoritas. Enhorabuena por ellos. Talento que viene de fuera a despertar un poco del letargo que se vive por acá.

II
Antes que nada pido a los hados y musas de la elocuencia que sean gratos a mis palabras, libo pues un poco de vino para que de ellas emane con claridad lo que pretendo expresar:

Sobre lo anterior:
Me molesta y en principio desconfio de la gente que repite en cuanta oportunidad tiene que en Guadalajara no pasa nada: que sus habitantes son mochos o fascistas, fresas o políticamente correctos, tradicionales y no se animan a experimentar o a intentar hacer algo que vaya más allá de lo convencional.

Tras la primera reacción de virulencia y negación, procesos por demás lógicos, viene la reflexión y es aquí dónde sin estar del todo de acuerdo con lo anterior si podemos admitir con ellos, que una parte sigue siendo lo que se conoce como mocho, otros sin llegar por supuesto al fascismo si tiene opiniones un tanto atemorizantes, como negarlo, ¿fresas? políticamente correctos?, bah, en todos lados se cuecen habas.

Lo que si me parece preocupante, y en lo que concuerdo con esas voces, o que de menos bien valdría darle una mirada, es que tras la apariencia de que el movimiento artístico es pujante y numeroso (ahora resulta que pintar, escribir, hacer video, performancear, fotografiar y demás, sea cuál sea la propuesta, da status; y que la competencia no es por hacer mejor el trabajo sino por aparecer más veces en el periódico o en la radio o en la televisión) se esconden facetas que uno pensaría no deben darse entre artistas, esos seres al parecer de otro planeta, de alto coeficiente intelectual, sensibles, educados... largo etcétera.

En toda comunidad existen gremios, cofradías o grupos de amigos que se identifican entre sí, la historia lo consigna. Por mucho tiempo estas diferencias se trataban abiertamente, y en muchos casos las rivalidades llevaron a creaciones artísticas de alto nivel. Pero ha cambiado, de menos en nuestra perla tapatía: en público nadie admite rivalidades, de hecho es muy probable que no existan, son cosa del pasado. Ahora se prefiere callar: ignorar es el arma. El silencio respecto al otro es la manera de decir no somos iguales. No has expuesto en, no perteneces a, no has ganado la beca, no eres amigo de, no has ganado el premio... si no tienes nada de lo anterior debe ser malo, imposible saludarte, eres indigno de estar conmigo, no existes.

Resulta curioso que en cuanto cualquier persona obtiene el justo reconocimiento a su trabajo apareces en el mapa, y los que antes ni siquiera intentaban mover la mano para finjir un hola, ahora hasta te encuentran donde sea para felicitarte por lo bien que estuvo tu última exposición, lectura, cración (¿pero cuál?). Será que más que ser mochos, fresas o todos esos adjetivos que escapan fáciles de la mayoría de los críticos, somos hipócritas (cosa por demás también muy sabida de estas tierras, esa doble cara que siempre estamos dando).

Por tanto da coraje que vengan a decirle a uno todas que los tapatios tenemos a nuestas espaldas todos esos adjetivos a los que me refería al principio de toda esta perorata, pero más coraje da percibir que hay mucho de verdad en ello. Bienvenidas sean todas las críticas que además propongan algo, no se puede estar a favor del sólo discentir o de la queja per se. Y si además de las críticas, se logra que el trabajo sea el que responda más que las palabras pues mucho mejor.

El tema da por supuesto para mucho más y de momento lo dejo ya que por otra parte tenemos otro que ya ni siquiera me atrevo a decir que es triste, o enojoso: lo que las invisibles autoridades culturosas estatales o municipales del estado hacen, con contadas excepciones, es aberrante. Todo ese asunto del dinero que se suelta a manos llenas para telenovelas y que se extraña en museos, galerías, becas, apoyo a publicaciones, o de menos para que una fiesta que llegó a ser en verdad interesante como lo fue la "de la música" que es ahora una simple caricatura. En verdad que el cartel anunciado con tanta anticipación lo que provoca es que den ganas de darle la vuelta a la avenida Chapultepec... ¿y así queremos presumir de la cantidad y calidad de actividades tan al nivel del DF, Guanajuato o Zacatecas? ¿Cómo pues aseverar, de menos intentar argumentar, que sí hay movimiento de calidad aquí?

Tercer lugar, Cintia Durán (D.R.)

III
¡ Todos digan whisky!
Tomado de la columna de Dolores Garnica en el periódico Público

Hay que decir whisky para festejar y posar para la fotografía contemporánea en Guadalajara, que dos tapatíos de corazón obtuvieron el primer y el tercer lugar del segundo Premio Fahrenheit de fotografía contemporánea: David Corona y Cintia Durán, capitalino y moreliana, pero ya con años de residencia en la Perla Tapatía.

Este premio significa muchas cosas para los fotógrafos premiados, pero también para la ciudad. Significa que al fin vamos saliendo de los desnudos sin contenido, de las imágenes de agaves y sombreros e incluso, del fotoperiodismo, géneros y ángulos que para muchos ya se convirtieron en un yugo creativo que se presta poco para la experimentación y la vanguardia. Significa que los artistas, lejos de capturar la realidad y los instantes, de seguir los estatutos de la representación, ahora están creando temas, ideas, reflexiones e imágenes utilizando la fotografía como un soporte, igual que los que utilizan el video o la pintura. Corona, Durán y otros jóvenes nacidos en los setentas y ochentas —su generación—, hace mucho tiempo dejaron de ser fotógrafos para convertirse en artistas visuales, y quizá la clave es que desde allí se les debe criticar y observar, utilizando las mismas herramientas y argumentos que a un escultor, un artista sonoro o un instalador. Corona parece utilizar la fotografía sólo como un material: su verdadera labor creativa se instala frente al monitor de una computadora, donde transforma lo capturado y crea imágenes fantásticas. Las últimas series de Durán se enganchan de algunos métodos del fotoperiodismo, buscando aparadores de tiendas, por ejemplo, pero su trabajo se aleja del género porque resulta una reflexión, tocando lo abstracto, sobre escenarios cotidianos, como si la artista intentase obligarnos a observar más a fondo lo que nos rodea y no vemos, sus formas y colores.

La buena noticia es que Corona y Durán no están solos. Los dos laboran actualmente para Casa Escorza, David como asesor y Cintia prestando su servicio social. Es decir, la casa universitaria dedicada a la fotografía tiene muy buen ojo y sabe lo afortunada que es al contar con dos miradas diferentes y contemporáneas en su equipo de trabajo, lo que nos da esperanzas a los que gustamos de la fotografía, y que buscamos y tenemos esperanzas en apuestas, exhibiciones y proyectos frescos e innovadores. Quizá habrá que felicitar también a Casa Escorza, y tomarse un whisky, la bebida de los fotógrafos, a su salud.

IV

Éxito o fracaso, la verdad de una vida tiene poco que ver con su calidad. La calidad de la vida siempre está en proporción con la capacidad del deleite. La capacidad de deleitarse es el don de la atención.
Julia Cameron

La atención es un acto de conexión
Julia Cameron

V

...Y lo que apareció en Mural

El primero y tercer lugar del Premio Fahrenheit°
quedan en la Ciudad
Premian clic de Guadalajara

Fotografía: Marte Merlos (D.R.)

David Corona y Cintia Durán
son los acreedores a las preseas

Alejandro Alvarado
La cámara capturó el momento. El momento se imprimió. La impresión llegó a la convocatoria del Segundo Premio Fahrenheit° de Fotografía Contemporánea y el veredicto otorgó el primer y tercer lugar a fotógrafos radicados en la Ciudad. El artista del lente David Corona (1968), con su fotografía “De Último Momento” fue ganador de la primera posición y en la tercera se ubicó Cintia Durán (1985) con una imagen sin título que pertenece a la serie “Invasores”.

Ambas imágenes, aunque muy distintas en su tema, corre dentro de ellas un concepto social en el que se expone la intervención del hombre sobre el medio ambiente. El tema del paisaje se exhibe en “De Último Momento”, sólo que en vez de presentar la expresión de la naturaleza, se capturó la industria y los terrenos manufacturados por el hombre.

“La idea es abstracta, básicamente es una postura donde manejo la idea del paisaje, pero no es la clase de paisaje que esperamos. El nuevo paisaje mexicano, lo que estamos viendo es el México que se está construyendo, el moderno que está relacionado no con asuntos de naturaleza, sino de modernidad”, dijo Corona, quien es originario del Distrito Federal y radica en la Ciudad desde hace siete años.

Corona, quien participó con 10 imágenes en la exposición “La Mirada de 45 Fotógrafos Mexicanos”, que se presentó en China hace unos meses, tiene más de cinco años de haberse
dedicado de lleno a la cámara y ha ganado otros reconocimientos como el Premio Adquisición en la Bienal de Puebla. Sus fotografías además han viajado a Francia y Canadá. Recordó que sus primeras imágenes captadas fueron con una cámara de video cuando estudiaba en la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Sin embargo fue hasta que la cámara fotográfica digital se hizo accesible y con mayor definición cuando se dedicó a ella.

En la pieza de Durán aparece un personaje que da la espalda al público. A su frente, un sembradío de trigo se exhibe a lo largo de la imagen. “La idea es hablar de la creación de un ente, de un ser que viene de cualquier lado y llega a un lugar abierto y lo transforma. Mi idea es
hablar un poco de cómo el ser humano llega a la naturaleza y va transformando estos paisajes, ya sea en ciudades o contaminación”, dijo la autora originaria de Morelia y que se avecindó en Guadalajara desde hace tres años para estudiar en el Centro de Arte Audiovisual.
Durán tiene apenas cinco años trabajando con la cámara, ha sido becaria en los talleres de Fotoguanajuato y ha presentado sus imágenes en Casa Escorza, sitio donde trabaja
actualmente, y el Museo de la Ciudad. Fuera del Estado las ha exhibido en San Luis Potosí, Nayarit y Distrito Federal.

La convocatoria que tiene el objetivo de impulsar e incentivar el talento fotográfico, se lanzó desde el año pasado y participaron más de 500 imágenes. Después de una selección, fueron 15 fotos las finalistas y hasta hace un par de semanas se dieron a conocer los ganadores.
Corona se hizo merecedor del “Premio Smart”, que se compone de un automóvil del año y Durán el “Premio HP”, con un monto de 25 mil pesos. El segundo lugar fue para Ramiro Chávez, que con la serie “Miramar”, obtuvo el “Premio British Airways”, que es un viaje redondo a Londres.

Fahrenheit° es una revista bimestral que inició su publicación desde el 2003 y hoy es considerada entre la comunidad artística como un elemento importante para conocer el arte
contemporáneo. Es debido a su consolidación entre el público que el Premio Fahrenheit
° de Fotografía Contemporánea es prestigiado.